En el Athletic-Osasuna hubo un equipo que saltó al campo con 3 puntos conseguidos de los últimos 18 posibles. Un observador recién llegado a LaLiga y desconocedor absoluto de las tendencias de unos y otros habría tardado en darse cuenta de quién era el que llevaba tan escasa tacada. O se lo dijo alguien en el descanso o quizá todavía no se haya dado cuenta. Osasuna, que llegaba agobiado a Bilbao, demostró que San Mamés le va y consolidó lo que había advertido de víspera Valverde: “Osasuna en casa nos castiga”.
En el primer tramo del encuentro el balón fue de Osasuna y las ocasiones del Athletic. Pero Osasuna pareció estar más en lo que quería frente a un Athletic demasiado atascado y que apenas encontró luz. En los primeros cinco minutos de partido los de Vicente Moreno lanzaron cuatro cóners casi seguidos y en uno de ellos Torró estuvo a punto de conectar su remate entre los tres palos.
El Athletic no hilaba como acostumbra y se desconectaba con facilidad frente a un Osasuna que quería descolgar a Rubén García y aprovechar la potencia en banda de Areso. Pese a que la balanza del juego era visitante, las mejores opciones de gol en esa ventana las firmó el Athletic: Nico se fue con maestría de Boyomo para sacar un disparo que obligó a Aitor Fernández. Y el córner inmediato Yuri volvió a probar al portero, que respondió con eficacia. Cabe decir que para entonces el tobillo de Maroan, referencia ofensiva elegida otra vez por el Txingurri, tenía ya tres moratones asegurados.
El tránsito del juego dejó claro que lo de que el Athletic alcance los 5.000 goles en LaLiga -está a tres de distancia- iba a quedar para una tarde venidera. De Marcos fue el primero en revolver el avispero justo cuando Gorosabel esperaba en la banda para entrar: el capitán hizo estirarse a Aitor Fernández y después, poco antes de ser sustituido, ofreció un muy buen pase a Maroan. Sin llegar a la hora, Aitor Fernández demostró que es un tipo de garantías con una salvada ante Nico.
Osasuna hacía por buscar espacios y apuntaba peligro cuando el balón cogía velocidad en los pies de Oroz. Los aficionados pudieron disfrutar en más de una ocasión con los retos entre Yuri y Areso, que demostraron poderío. El Athletic se encasquilló en la manera de afrontar el desenlace y Valverde no paró de hacerse ver para reconducir lo que eran incapaces de entender. Al borde del 90′, Simón sacó un remate de Rubén Peña y Osasuna acabó apretando a los leones.