La primera parte del Valencia CF – Sevilla FC es una cruel y verídica muestra de la situación que atraviesa el conjunto hispalense a estas alturas de la temporada. Xavi García Pimienta, consciente de que se juega el puesto en Mestalla, alineó un once diferente, buscando variantes que pudieran darle a su equipo algo de aire frente a un rival que llegaba al encuentro en estado de gracia. Pareció funcionarle al técnico catalán la estrategia cuando, en el minuto 16, Peque cayó en el área del combinado ché. Sin embargo, el colegiado rectificó su decisión tras consultarlo con el VAR y decidió anular la pena máxima al observar cómo José Luis Gayà tocaba el balón antes que al jugador sevillista.
Para colmo de males, a la media hora de juego, Sánchez Martínez anuló un gol al cuadro nervionense al observar cómo el balón de Dodi Lukebakio que posteriormente remataría Albert Sambi Lokonga había salido por línea de fondo antes de que el centrocampista belga llegara a tocarlo. Esta acción despertó un sentimiento de incredulidad incluso en la propia entidad blanquirroja, que publicó un tweet en el que dejaban en el aire la veracidad de la decisión del colegiado.
Cuando parecía que las cosas no podían irle peor al Sevilla Fútbol Club, que se salvó de primeras tras un disparo que rebotó en el palo y, posteriormente, una parada de Nyland, el Valencia se puso por delante en el descuento de una primera mitad que pareció no tener fin para los hispalenses. Javi Guerra, a pase de Diego López, remató unos primeros 45 minutos que sólo pueden calificarse de catastróficos para el combinado de Nervión.
Cabe recordar que los hispalenses comenzaron ganando sus dos últimos partidos, que terminaron perdiendo. La racha de tres derrotas consecutivas persigue al combinado blanquirrojo, que ha visto en este último mes como se alejaban las opciones de disputar competición europea y cómo se acercaba el temido descenso, algo que, pese a parecer complejo, es una realidad.
Gudelj, capitán sevillista, protesta ante Sánchez Martínez. / Kai Fösteling / Efe
Tras la jornada 31 en Valencia, al Sevilla Fútbol Club le esperan siete partidos de hórdago para terminar la temporada lo más tranquilos posible. El Alavés visitará el Ramón Sánchez-Pizjuán el Domingo de Resurrección, y los pupilos de Xavi García Pimienta visitarán Pamplona para medirse a Osasuna antes de recibir al Leganés.
Frente al Celta, en Vigo, podrían decidirse muchas cosas antes de que el combinado hispalense reciba de forma consecutiva a la Unión Deportiva Las Palmas y al Real Madrid. Lo que en otra época hubiera sido un duelo por Europa será algo descafeinado en la última jornada para los de Nervión, que viajarán a La Cerámica para enfrentarse al Villarreal.