BARCELONA — Los penaltis fueron protagonistas en Mestalla. Hasta tres en 120 minutos, dos de ellos más que discutibles y el último evidente, para conducir el duelo entre España y Países Bajos a la tanda definitiva. Y allí la Roja tuvo mejor fortuna. Una noche enorme, un 3-3 con fútbol en ocasiones sensacional y una tanda final que favoreció a España de manera dramática, venciendo por 5-4 con una atajada soberbia de Unai Simón que empezó lo que después acabó Pedri.
La Roja defenderá en Alemania, donde el 14 de julio de 2024 conquistó la cuarta Eurocopa de su historia, La Nations League celebrada en 2023 y tendrá de esta manera la posibilidad de enlazar su tercer trofeo consecutivo, después de una noche de fútbol enorme, bestial y magnífica.
Lo tuvo cerca y lejos, tuvo fortuna y también mala suerte Una España que encontró en Países Bajos a una rival magnífica, que nunca torció el gesto y menos aún se rindió a la fatalidad…
El combinado hispano alcanzó el descanso en ventaja gracias a un discutible penalti, interpretando el árbitro que Van Hecke empujó a Oyarzabak, antes de llegarse a los diez minutos, transformado por el propio delantero de la Real Sociedad y que aumentó el nervio inicial de Paìses Bajos, que ya había empezado con mal pie.
Fue un primer tiempo con más táctica que ímpetu, en el que los cambios introducidos por De la Fuente en la alineación española no mejoraron su juego y en que se notó más la ausencia de Pedri que la presencia de Olmo. De hecho, la apuesta por jugar sin un 9 fijo le supuso más inconvenientes que ventajas a la Roja, que en todo el primer tiempo solo remató una vez entre palos.
España festeja tras superar a Países Bajos. Getty Images
Claro que si el 1-0 nació de un penalti discutible, el 1-1 llegó con otro, transformado por Memphis Depay a los diez minutos de la segunda mitad, tan o más dudoso que el primero. Un centro de Frimpong y un supuesto agarrón de Le Normand al propio Memphis terminó con la pena máxima y el empate…
Un cabezazo, tras rechace, de Oyarzabal colocó el 2-1 poco después de la hora de partido y un excelente remate a la cruceta de Maatsen, tras una no menos excepcional asistencia de Xavi Simons (en su primera intervención), significó el empate que llevó el choque a la prórroga.
Allí se sacó de la chistera un golazo brutal Lamine Yamal que pareció sentenciar el triunfo local… Pero Xavi Simons, otra vez de penalti, claro, certificó el 3-3 que condujo la sentencia a la tanda definitiva…
Y allí todo. Los tres primeros lanzamientos fueron gol pero después Lang lanzó al travesaño y Verbruggen atajó el de Lamine Yamal. Taylor y Baena anotaron el quinto y la muerte súbita sentenció: Unai, mayúsculo, rechazó a Malen y Pedri, con una tranquilidad asombrosa, anotó el definitivo.
España repetirá así Final Four y el 4 de junio, en Stuttgart, se enfrentará a Francia.