Atlético – Rayo: Una cuestión de orgullo | Marca

Las opciones de llegar a las últimas cinco jornadas del campeonato con la posibilidad de discutir el título de LaLiga al intratable Barcelona se esfumaron el pasado sábado en Las Palmas tras consumarse el tropiezo que ya no se podía permitir el Atlético. Sin embargo, por más que la derrota se produjera ante uno de los equipos que pelean por huir de la quema del descenso, como anteriormente sucedió en Leganés, Getafe o el estadio del Espanyol, no tapa la evidencia de que los del Cholo han plantado cara a los dos grandes prácticamente de principio a fin.

Precisamente mantener esa dignidad con la que los rojiblancos han mirado a los ojos de Barcelona y Real Madrid, con la que han salido sin derrota alguna de los dos derbis, con la que conquistaron Montjuic o con la que se proclamaron campeones de invierno es el propósito marcado en el vestuario hasta que LaLiga baje el telón. Cierto es que el título ya no está al alcance, pero el pulso mantenido a los dos gigantes del fútbol español no merece acabar empañado por una bajada de brazos final.

No es necesario, en este sentido, el aliciente de poder engordar las vitrinas para pelear por un objetivo aún más importante: el de no manchar el escudo. De ahí que el Atlético se presente ante su afición con la obligación de salvaguardar la costumbre que le ha convertido en uno de los mejores locales del campeonato. No en vano, tras una única derrota frente al Barcelona, los rojiblancos igualarían los 40 puntos cosechados por los de Flick en Montjuic con un nuevo triunfo frente al Rayo.

Sin olvidar que, aunque reeditar las conquistas domésticas de 2014 y 2021 ya no es una opción, el Atlético sí se mantiene en disposición de luchar por un subcampeonato, con el consiguiente sorpasso al eterno rival mediante, que dejaría un dulce regusto a una temporada en la que, igualmente es conveniente recordar, los de Simeone también venderían muy caras sus eliminaciones en la Champions (polémica con el penalti de Julián incluida) y en la Copa frente a Real Madrid y Barcelona.

Reacción obligada

Aunque no se trate del lugar más propicio, al Rayo también le urge levantar la cabeza para apurar sus opciones de pelear por Europa. Así, tras un único punto cosechado y ocho goles encajados en sus tres últimos compromisos, los de Iñigo Pérez han emborronado una campaña en la que también llegaron a ilusionar con la machada.

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