Muuuuuuuy buenas tardeeeeeees. El Real Madrid visita Mendizorroza en un partido complicado. Complicado porque el Alavés se está jugando la vida ante su afición, porque viene de dos derrotas consecutivas, porque tiene que pensar en el intento de remontada ante el Arsenal del miércoles y porque la victoria del Barcelona anoche en Leganés le complica el sueño de la Liga.

El partido, además, tiene aires de reivindicación para las estrellas del Madrid, que naufragaron con estrépito en Londres. Ninguno de los cuatro cracks del equipo —Mbappé, Vinicius, Bellingham y Rodrygo— estuvo ni siquiera cerca de su nivel ante el Arsenal, por lo que la cita de hoy puede servir para incrementar su nivel de juego y, sobre todo, de confianza de cara a la Champions. Falta les hace, desde luego. El duelo, cómo no, llega rodeado de polémica desde el punto de vista del Madrid, que se queja, con razón, de ser el único cuartofinalista de Champions que juega hoy. Todos los demás lo hicieron ayer, incluido el Arsenal, y hasta el PSG fue liberado de competición doméstica este fin de semana.

Por su parte, el cuadro babazorro afronta la visita del Real Madrid a Mendizorroza tras un importantísimo triunfo a domicilio ante el Girona, que le sitúa dos puntos por encima de la zona de descenso. Los vitorianos tienen por delante un calendario mareante, con duelos ante Atleti o Athletic, entre otros, después de enfrentar a los de Ancelotti. El choque ante los merengues, como es habitual en todos los estadios de Primera, ha colgado el cartel de sold out en las taquillas del estadio babazorro, que volverá a lucir sus mejores galas ante el vigente campeón.

La tarde va a estar calentita seguro, pase lo que pase, y lo estará desde que conozcamos el once de un Carlo Ancelotti que estará en la grada por sanción. Le suplirá su hijo Davide en el banquillo. No esperamos más y arrrrrrancamooooooos.