Bravos empata con Necaxa y ‘amarra’ Play-In

Ciudad Juárez.- Los Bravos de Ciudad Juárez firmaron un empate ante los Rayos del Necaxa la noche de este martes para “amarrar” su pase al play-in con el 2-2.

Cono masoquista en motel

Era fresquecita la noche, cómoda para ver el futbol. Se empezaba a llenar una grada que regaló boletos, así arrancaban las hostilidades entres los Bravos de Ciudad Juárez y los Rayos del Necaxa.

No corría ni el minuto tres y Juárez ya se complicaba la vida. José Juan García Manríquez agarró para quien sabe dónde, se puso a recular y casi obligaba a Sebastián Jurado a hacer una atajada recién arrancado el compromiso.

El primer disparo al arco era de Pável Pérez, lo retenía bien el muchacho Jurado. Del otro lado de la cancha el Puma Rodríguez echaba a perder un contragolpe. Íbamos de ida y vuelta, sin medio campo y de susto en susto.

Al cuarto de hora quedaba mucho muy claro que lo de salir jugando era un martirio para el conjunto fronterizo. También era un afán por que con todo y el peligro insistían en no desdoblarse para salir desde atrás.

Se ponía ríspido el asunto. Todos se estorbaban, particularmente Ricardo Monreal que traía duelo casado con Mosquera y lo jalaba de la casaca fosforescente. Algo reclamaba Nicolás Larcamón que manoteaba como una Hellen Keller enojada, nadie, absolutamente nadie le hacía caso.

A eso del 22 José Paradela hacía como 20 recortes de más, se mareaba solo y cruzaba la pelota a un lado del marco de Jurado pese a estar metido en el área grande. “Atínale wey”, le gritó un hidrocálido desde el entarimado. El problema es que gritó después del fallo, así no sirve el reclamo.

15 minutos antes del entretiempo el dominio era totalmente rojiblanco. Aquello de salir jugando no servía más que para encajonar a los caballos y dejar que Pavel Pérez hiciera de las suyas. Juárez estaba sometido cual masoquista en San Valentín.

Siguiendo con la tónica de los empujones, los roces y los llegues, en una contra se caía Guillermo Castillo (No se llama así, pero así nos dijo que le dijéramos) que ya de por sí venía rengueando. Jorge Abraham Camacho Peregrina se tragaba el pito. A cambio se llevaba un recordatorio a la madre con 15 días de anticipación.

Al 40 el menester ya no era balompié. No, era taekwondo con una pelota. Precisamente una patada de Juárez daba origen a un tiro libre de Necaxa que pasó cerquita, pero nada más. Para asustar y bajarle la azúcar a más de uno. Acto seguido Sebastián Jurado bloqueaba un tiro con la suela del zapato para mantener el cero.

Justo en el margen del silbatazo, en giro de 180 grados y por obra del Dios todopoderoso todavía no crucificado….Castillo le pegaba un chancletazo a un centro para el 1-0. El gol se lo dedicaba a la grada y en el sonido local sonaba Song 2 de Blur.

Así nos íbamos al descanso: con el 1-0….Pues será el sereno por que por buen juego no fue.

Dos riñones

El gusto del gol duró el descanso nada más. A Bravos los agarraron con al Tigre de Santa Julia y Agustín Palavecino se mandaba hacer el gol del empate: 1-1.

Fieles a su costumbre ahora sí subían el ritmo de juego, ahora sí querían marcar presionados por el pesar del luminoso. Claro que el ataque del rayo los ponía en su lugar y de pasada le volvía a calar las manos al ex cancerbero del Cruz Azul

La Luz la volvían a ver exactamente al minuto 50 con una falta dentro del área. Le tocaban la cara a Estupiñán, se marcaba la pena máxima y el reino de los cielos parecía fronterizo.

Esto hasta que el señor cantante iba al VAR, no tardó mucho. Salió diciendo “no penal” con dos que tres gallos como puberto. Se acababa todo con el clavadazo…. Pa’tras los filders.

El cuadro verde espabilaba al minuto 60, tiraba más, sin peligro, pero más. Se ordenaba más y parecía recobrar el dominio de partido que nunca tuvo.

Al 62 pasó lo que tenía que pasar. Se tragaban viva a la defensa de Juárez. A Ralph Orquin lo agarraron como trapo para poner un centro que remató Paradela (Por qué Mosquera andaba perdido en el monte). El balón se fue a la red y el electrónico ya decía 1-2.

Ya ponía presión el tiempo al minuto 70 y los color paleta de limón empezaban a verse lo que les seguía dd urgidos.

Corría el 75 y entraba de cambio Angel Saldivad en sustitución de Manríquez. Toda la carne al asador para rescatar el asunto. Se iba el resultado….Se iba se iba, como el perfume de sus cabellos.

Claro que había que callarle la boca al remedo de cronista que escribe al 78. Dieter Villalpando se topaba con un balón suelto en el área chica, el contrarremate no encontraba manos y todo se volvía a igualar 2-2.

Expiraba todo en el Olímpico Benito Juárez. Al 85 nadie parecía quiere seguir jugando. Era cosa de esperar el silbato final. Eso sí, entraba Diber Cambindo y el respetable visitante se volcaba en aplausos.

Al 90 más seis de regalo Jorge Abraham Camacho ponía fin al partido. Juárez estaba en el repechaje.

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